
Construir capital social dentro de familias diversas en contextos educativos es un proceso complejo que implica superar varios desafíos. El capital social se refiere a las redes, relaciones y confianza que existen dentro de las comunidades, lo cual ayuda a las personas a trabajar juntas para alcanzar objetivos comunes (Putnam, 1995). Este artículo explora los desafíos que enfrentan las familias inmigrantes, bilingües y de bajos ingresos al involucrarse con las escuelas y analiza cómo aprovechar el capital social puede servir como una estrategia efectiva para abordar estos obstáculos.
Desafíos para Involucrar a Familias Diversas en Entornos Educativos

Involucrar a familias diversas, particularmente aquellas de entornos inmigrantes, bilingües o de bajos ingresos, en actividades educativas suele ser difícil debido a varias barreras. Estas incluyen el aislamiento lingüístico, los malentendidos culturales, la desconfianza hacia las instituciones educativas y las dificultades económicas. Estos desafíos no solo limitan la capacidad de las familias para participar en las actividades escolares, sino que también impactan los resultados académicos de sus hijos. Es esencial comprender estos desafíos y encontrar formas de abordarlos para construir asociaciones escuela-familia más inclusivas y efectivas.
Barreras Lingüísticas y Aislamiento Lingüístico
Las barreras lingüísticas son uno de los obstáculos más significativos para las familias inmigrantes y bilingües al tratar de involucrarse con las instituciones educativas. Como señala Corpuz (2022) en Un Estudio de Caso sobre las Relaciones Escuela-Padres, los padres latinos de habla hispana a menudo luchan por acceder a los recursos escolares y comunicarse con los educadores debido a las diferencias lingüísticas. La ausencia de materiales de comunicación bilingües y servicios de traducción puede hacer que estas familias se sientan excluidas de la comunidad escolar.
Antony-Newman (2022), en El Papel de la Crianza Plurilingüe en la Participación Parental, también explica que las familias inmigrantes, especialmente aquellas que usan múltiples idiomas en casa, enfrentan desafíos cuando las escuelas no les brindan apoyo con recursos lingüísticos. El artículo enfatiza que las escuelas deben ofrecer personal bilingüe, materiales traducidos y programas de apoyo lingüístico para eliminar estas barreras y fomentar la participación activa.
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Desconfianza hacia las Instituciones Educativas
La desconfianza hacia las instituciones educativas es otro desafío significativo, especialmente para las familias de comunidades marginadas. Muchas familias inmigrantes han experimentado exclusión o discriminación en sus países de origen o incluso en sus nuevos entornos educativos, lo que moldea su percepción de las escuelas como instituciones que no priorizan sus necesidades. Según Huslage et al. (2022), las familias inmigrantes, particularmente aquellas de entornos vulnerables o indocumentados, pueden temer interactuar con los funcionarios escolares debido a preocupaciones sobre la deportación o la discriminación.
Esta desconfianza a menudo se ve exacerbada por el historial de prácticas excluyentes en las escuelas, donde las familias sienten que sus voces no son escuchadas ni valoradas. Payne et al. (2023) discuten cómo las escuelas pueden reconstruir la confianza proporcionando una comunicación transparente, creando espacios seguros para que las familias expresen sus preocupaciones y asegurando que todas las familias sean tratadas con igualdad y justicia.
Barreras Económicas para la Participación
Los desafíos económicos también juegan un papel crucial en la limitación de la participación de los padres en las escuelas. Wildmon et al. (2024) destacan que muchas familias de bajos ingresos enfrentan dificultades para asistir a eventos escolares debido a horarios laborales, falta de transporte o limitaciones financieras. Estas familias pueden querer participar, pero no pueden permitirse el tiempo o el dinero necesarios para asistir a reuniones o ayudar con las actividades escolares.
Las barreras económicas dificultan especialmente que los padres participen en actividades que requieren tanto tiempo como recursos financieros, como reuniones escolares u oportunidades de voluntariado. Para superar estos desafíos, las escuelas deben ofrecer horarios flexibles, reuniones virtuales o asistencia financiera para transporte y cuidado infantil, asegurando que cada familia tenga la oportunidad de participar.
Diferencias Culturales y Malentendidos
Las diferencias culturales también pueden crear barreras para la participación familiar. Corpuz (2022) y Antony-Newman (2022) explican que pueden ocurrir malentendidos cuando las expectativas de participación de los padres en las escuelas difieren entre el personal escolar y las familias inmigrantes. Por ejemplo, algunas culturas pueden valorar el respeto por la autoridad y ser menos propensas a cuestionar a los maestros o participar en discusiones, lo que puede llevar a una subrepresentación en actividades escolares.
Las escuelas deben comprender y respetar estas diferencias culturales mediante la implementación de prácticas culturalmente competentes. Eden et al. (2024) argumentan que los educadores deben recibir capacitación en sensibilidad cultural para conectarse mejor con familias de diversos orígenes. Las escuelas también pueden ofrecer oportunidades para que las familias compartan sus valores y prácticas culturales, lo que ayudaría a crear una comunidad escolar más inclusiva.
El Capital Social como Estrategia para Superar Barreras

Construir y utilizar el capital social es una estrategia efectiva para superar muchas de las barreras a la participación familiar. El capital social se refiere a las redes, relaciones y confianza que existen dentro de una comunidad, lo cual ayuda a las personas a trabajar juntas hacia objetivos comunes (Putnam, 1995). Las escuelas pueden aprovechar el capital social tanto a nivel individual como comunitario para cerrar las brechas creadas por barreras lingüísticas, desafíos económicos y malentendidos culturales. Esta sección explora cómo las escuelas pueden aprovechar el poder del capital social para fomentar una mayor participación familiar.
- Fortalecimiento de Redes Sociales a través de la Participación Comunitaria
Una forma importante de aprovechar el capital social es fortaleciendo las redes comunitarias que conectan escuelas, familias y recursos locales. Eden et al. (2024) enfatizan que las escuelas pueden colaborar con líderes comunitarios, empresas y organizaciones para proporcionar mentoría, apoyo y oportunidades de participación que ayuden a las familias a superar barreras económicas y logísticas. Por ejemplo, las organizaciones comunitarias pueden ofrecer apoyo de transporte, cuidado infantil durante los eventos escolares y otros recursos que faciliten la participación de las familias.
Purola y Kuusisto (2021) muestran que cuando las escuelas forman asociaciones con grupos comunitarios, crean «capital social de puente», que se extiende más allá de la familia inmediata hacia una red social más amplia. Estas asociaciones proporcionan a las familias acceso a recursos y apoyo importantes, aumentando su participación en actividades escolares y mejorando la cohesión social dentro de la comunidad. - Construcción de Confianza a través de Prácticas Culturalmente Receptivas
La confianza es un elemento clave del capital social, y Bourdieu (1986) describe cómo la «confianza exigible» puede fomentar la participación en las comunidades escolares. Las escuelas pueden utilizar prácticas culturalmente receptivas para generar confianza con familias diversas. Huslage et al. (2022) destacan la importancia de que las escuelas reconozcan las experiencias únicas de las familias inmigrantes, como el miedo a la discriminación o la deportación. Cuando las escuelas trabajan activamente para comprender estas preocupaciones, pueden crear un entorno más seguro y acogedor que fomente la confianza.
Según Payne et al. (2022), construir confianza requiere un esfuerzo continuo, y las escuelas pueden lograrlo demostrando que valoran la participación de todas las familias y están comprometidas a abordar sus necesidades. Crear espacios inclusivos, como foros de padres multiculturales o noches familiares, fomenta la confianza y asegura que las familias diversas se sientan bienvenidas y respetadas. - Aprovechamiento de Redes Sociales Existentes para Aumentar la Participación de los Padres
El capital social también puede aumentarse aprovechando las redes existentes dentro de las comunidades. Corpuz (2022) y Antony-Newman (2022) explican que las escuelas pueden recurrir a redes comunitarias ya establecidas al involucrar a padres que ya participan y alentarlos a contactar a otros. Esta estrategia puede ayudar a aumentar la participación mediante la creación de un efecto dominó de involucramiento.
Además, las escuelas pueden organizar programas de apoyo entre pares, donde los padres se ayuden mutuamente a navegar el sistema escolar y compartan recursos. Esto construye tanto el capital social de enlace como el de puente al fortalecer los lazos internos de la comunidad y ampliar la red de apoyo disponible para las familias. - Empoderamiento de Familias a través de la Responsabilidad Compartida y el Liderazgo
Para construir verdaderamente el capital social, las escuelas deben empoderar a las familias involucrándolas en los procesos de liderazgo y toma de decisiones. Putnam (1995) sugiere que la participación parental es más efectiva cuando las familias no son solo participantes, sino también líderes dentro de la escuela. Wilder (2013) respalda esta idea, afirmando que las escuelas pueden fomentar una mayor participación ofreciendo roles de liderazgo, como servir en juntas escolares o comités, a los padres.
Empoderar a las familias de esta manera no solo fortalece su inversión emocional en la educación de sus hijos, sino que también ayuda a las escuelas a crear vínculos más fuertes con las familias, lo que lleva a una participación a largo plazo. - Reducción de Barreras Económicas a través de Esfuerzos ColaborativosLas barreras económicas pueden mitigarse mediante la creación de esfuerzos colaborativos entre las escuelas y las organizaciones comunitarias locales. Wildmon et al. (2024) enfatizan que las escuelas pueden ofrecer asistencia financiera, como estipendios de transporte o apoyo para el cuidado infantil, para asegurar que los padres puedan asistir a los eventos escolares. Además, ofrecer horarios de reunión flexibles o reuniones virtuales puede facilitar la participación de los padres, incluso si trabajan muchas horas o tienen otros compromisos.Las escuelas también pueden asociarse con empresas locales u organizaciones sin fines de lucro para proporcionar recursos como cuidado infantil después de la escuela o útiles escolares, lo que puede ayudar a reducir las cargas financieras que enfrentan muchas familias. Eden et al. (2024) señalan que estas asociaciones crean una red de apoyo que facilita la participación familiar.
Conclusión
Aprovechar el capital social como una estrategia para superar las barreras a la participación familiar en entornos educativos diversos es esencial para fomentar entornos educativos inclusivos y equitativos. Al fortalecer las redes comunitarias, adoptar prácticas culturalmente receptivas, empoderar a las familias a través de roles de liderazgo y abordar los desafíos económicos, las escuelas pueden crear entornos de apoyo que fomenten una mayor participación familiar. La investigación discutida en este artículo resalta la importancia de cultivar tanto el capital social de enlace como el de puente para asegurar que todas las familias, independientemente de su origen, tengan la oportunidad de involucrarse en la educación de sus hijos. Al enfocarse en el capital social, las escuelas pueden construir relaciones más fuertes con las familias, mejorar los resultados educativos de los estudiantes y contribuir al éxito a largo plazo de sus comunidades.
References
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Corpuz, I. (2022). A Case Study of Parent-School Relationships: How Spanish-Speaking Latino Parents of Elementary Multilingual Learners Perceive Parental Involvement in Schools. Molloy University. Retrieved from https://digitalcommons.molloy.edu/etd/159
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Wildmon, J., Anthony, P., & Kamau, M. (2024). Identifying and navigating the barriers of parental involvement in early childhood education. Early Education Review, 19(2), 115-130.